Mirtya aparece como un ser de apariencia menuda; pero conforme se acerca… se desvela ante ti un ser de una energía y tamaño interior desbordante.
Con las manos llenas de un amor sincero y un corazón sangrante de positivismo, Mirtya ha sabido crear un mundo propio a través de la palabra, con forma de arte.
Texturas, gestos, trozos, colores… que hablan de emociones, de experiencias vividas, de dolor y ternura, de angustia y felicidad. La voz interior clamando salir a gritos; objetivo conseguido.
Pero no es fácil vislumbrar tal claridad sobre un papel. Hay que mirar, observar y escrutar minuciosamente, no solo la obra de Mirtya, sino, a un@ mism@, para poder aprehender las historias que nos narra Mirtya en sus libros de artista.
¿Cómo acaba una Venezolana en Alicante?
Todo comienza con una historia.
Es increíble como una historia puede cambiar la vida de tantas personas.
Un viaje te lleva y te trae.
Vivir en otro lugar es una historia que tiene un origen.
Cuando Venezuela fue rica y poderosa hace mucho tiempo, muchas personas se fueron de Europa a Latinoamérica. Allí hicieron vida y fortuna.
Luego esas historias se repiten al revés.
Es así la vida, una repetición de ida y vuelta.
Así mi hermana conoció a su esposo de Alicante y se casaron en Venezuela, se regresaron en el año 1996 a España.
Y así comenzó nuestra historia aquí y supongo que así será la de tantas vidas.
Una vez escuché la canción “Último tren” de Fernando Brand y Milton Nascimento, que habla un poco sobre ese ir y venir y el significado de esos momentos para quien los vive.
Y, ¿cómo acaba una licenciada en Bioanálisis dedicándose de lleno al arte?
Yo siempre he amado el arte y trabajando en mi profesión abrí espacios para dedicarme a cultivar y curiosear esa parte fundamental en mi vida.
La ciencia y el arte son dos disciplinas que se conectan y dialogan en mi interior.
Cómo dijo F. Nietzsche “Ver la ciencia bajo la óptica del artista, y el arte bajo la óptica de la vida”
Siento que fue y sigue siendo un gran sueño que se ha cumplido.
Y que siempre comparto, pues me siento muy agradecida y orgullosa de que haya sido así.
Una serie que trabajé en un principio y que amo profundamente tiene que ver con ese instante de mi vida tan importante “Se permite soñar”.
Tengo anécdotas hermosas sobre ese cerrar los ojos y soñar despierta.
Comienzas tu andadura en la práctica artística con la acuarela para después pasar al grabado, ¿cómo y por qué acabas dedicándote al libro de artista?, ¿cuál es su magia?
Sí, la acuarela la aprendí y estudié en Venezuela con Pedro Palamary, acuarelista y profesor de la Escuela de Arte.
Y cuando llegué a Alicante apareció Nando Chapín con su taller recién montado de grabado; fue una delicia aprender con él y de su desenfado en abordar el grabado, saltándose las reglas.
La vida siempre se encarga de acercarte a las cosas con las que sueñas y que te apasionan.
Y es entonces cuando aparecen las personas.
El libro de artista comenzó como una necesidad de escribir.
Primero fueron los diarios de viaje, atrapar esos momentos deliciosos que surgen en los viajes y que luego se olvidan.
Los libros de artista son mi gran pasión, muchos de ellos son parte de mi vida pues están enlazados a circunstancias y acontecimientos, a emociones y sentimientos.
No como narrativa sino como historias entretejidas entre sus páginas que se insinúan entre texturas y colores.
La magia ocurre cuando aprendemos a hilvanar esas historias para recuperar y transformar esa memoria.
Y sólo surge cuando observar, curiosear y sentir lo que está en nuestro interior, se convierte en un hábito.
Hablando de libros, en tu obra utilizas mucho la palabra, ¿qué es lo que Mirtya necesita decir? ¿por qué el uso de la palabra?
La palabra es fundamental para mí, tiene un peso muy importante, creo profundamente en ella como detonante de lo que viene después.
La palabra como hilo conductor que despierta sensaciones y emociones.
Siendo sincera creo que mi mejor medio de comunicación es a través de la palabra.
De esa, la palabra escrita.
¿Se puede vivir del arte?
Se debería vivir del arte como cualquier otra profesión, lo que pasa es que no hay una cultura social artística.
Hay muchas contradicciones sobre ello.
¿Cuáles son las dificultades para dedicarse de lleno al arte?
Justamente el pensamiento tan arraigado que ya se ha convertido en creencia de que es imposible dedicarse de lleno a ello.
No se le dedica el tiempo necesario al arte, pues está siempre relegado para después, para cuando haya tiempo.
Y el arte requiere dedicación y trabajo continuo.
Como artista mujer ¿crees que lo tenemos algo más complicado para llegar a ciertas esferas en el mundo del arte?
Pienso que no deben existir etiquetas ni en el arte ni en ninguna profesión, sobre el rol femenino y masculino.
Para llegar a cualquier esfera de tu profesión tienes que trabajar e implicarte, el sexo es lo de menos.
Se hace y nada más.
Mirtya, tienes una sensibilidad y desprendes una energía bonita. A la hora de crear, ¿en qué crees que es positiva esta actitud?, ¿y en la vida?
La actitud positiva es fundamental para sortear todos los acontecimientos que ocurren a lo largo de nuestro camino.
Creo que la sensibilidad es una condición muy personal y la energía es la mirada que se desprende de esa misma sensibilidad.
Pienso que como somos adentro, somos afuera.
Me parece muy importante la actitud que tomemos en todo lo que hacemos y en nuestra vida en general.
No se trata de ser o andar feliz todo el tiempo, ni que todo sea maravilloso, pero sí cambiar la mirada ante las circunstancias de lo que va sucediendo, y eso se aprende.
¿Crees que tras esta pandemia la gente es más bondadosa y generosa? ¿O más bien al contrario?
Yo creo que el confinamiento en esta pandemia nos llevó a pensar diferente en relación a las personas y a nosotros mismos.
Por lo general, se vive sumergido en un ruido exterior que enmascara el interior.
Y este estar en casa nos enfrentó a nuestro propio ruido interior.
Aprendimos más sobre la empatía, la tolerancia, y eso quizá nos proporcionó de alguna manera muchos cambios personales.
Y sobre todo a apreciar lo que teníamos afuera y adentro, que no lo veíamos.
Llevas años impartiendo taller de creación de libros de artista y nuevas técnicas de impresión y grabado, ¿qué te aporta esta actividad?, ¿qué aire se respira en tus clases?, ¿crees que el arte es algo innato que podemos desarrollar todas las personas? , ¿O más bien consideras que es un regalo con el que algunas personas vienen al mundo?
Desde el 2004 que llegué a Alicante hasta el 2014 me dediqué por entero al arte.
Entonces, sí se puede dedicar por entero al arte, pero bajo ciertas circunstancias.
Me dediqué a aprender, exposiciones, ferias...
Cuando me tocó empezar con los talleres a partir de ese año 2014 fue por una circunstancia personal que me desequilibró totalmente.
Enseñar e impartir talleres lo viví como un caos en mi vida.
Aceptar y aprender de esa circunstancia me costó mucho, pues ocurrieron muchos cambios dentro de mi.
Y un día, como por arte de magia, aprendí a aceptar y ver todo desde otra mirada y trabajar el rechazo y la negación de lo que nos ocurre, como un acto de aprendizaje.
Fue cuando entendí el propósito de lo que nos sucede en la vida.
Ahora esos momentos de caos me aportan muchísima alegría y sobre todo enriquecimiento personal.
Creo profundamente que cuando a una persona le interesa el arte puede crear cosas maravillosas si se lo propone.
El talento se aprende.
Es obvio que existen algunas cosas que se nos dan mejor que otras.
Pero es lo que trato de transmitir en mis talleres, la fluidez de disfrutar el momento y no pensar en el resultado inmediato.
Todo requiere de un tiempo, el de aprendizaje; y luego ese otro tiempo de reflexión sobre lo que hacemos, que es sumamente importante.
Libros de artista, «La dureza de la roca y la fragilidad» y «Homenaje a Pablo Neruda», 2021
¿En qué proyectos anda ahora Mirtya?
Mi proyecto personal es seguir haciendo lo que hago, lo que me apasiona.
Comparto todo lo que voy investigando y experimentando en mis talleres.
Pero creo que con todo lo que nos ha pasado, aprendimos que de un golpe todo lo que hemos programado se descompone y se desbarata.
Así que ahora mi proyecto, quizá, es un cambio más personal, he realizado cambios y seguiré haciendo más, supongo.
Vivir más cosas que había apartado de mi vida.
Fortalecer vínculos olvidados y vivir un poco más para mí, desde otra mirada.
Pero, sobre todo, aceptar todo lo que va llegando a nuestra vida de otra manera.
Mil gracias Mirtya!!