Hablar con Imma no es ni mucho menos una «mala costumbre», debiera ser una bonita costumbre a adquirir. Imma esconde una timidez que por deformación de profesión parece haber ido dejando atrás, al estilo de Pulgarcito. Profesora asociada en el Departamento de Arte, en el Área de Escultura de la Facultad de Bellas Artes de Altea y diseñadora, recoge en esa mirada chispeante y atrevida todo un mundo de creatividad.
Detalle tuétano (Imma Mengual)
- ¿Por qué “La digestión” como leitmotiv? Y, ¿por qué es una “mala” costumbre?
A priori, he articulado este proyecto expositivo de la Fundación Frax, a partir de la habitual acción doméstica del comer, el proceso nutritivo, el acto fisiológico. Pero sólo en apariencia, pues la apariencia al igual que el universo doméstico, sus normas y límites son mis temas recurrentes.
Me sirvo de la analogía digestiva, para deconstruir el microcosmos de la familia social, donde se dan entre otros, los rituales que basados en la alimentación, perpetúan modelos represivos, sexistas, reproducen esquemas de fuerza-debilidad y roles de poder, de sumisión, de dependencia, de alienación, estereotipos más o menos camuflados y que deberían ser obsoletos.
Es una manera de conectar más rápidamente con el espectador a través de un hecho que él mismo experimenta todos los días. Y así, me sumerjo en una lucha interior que supone la línea física entre el espacio público y el privado cuyo resultado es esta historia escultórica que comienza en una digestión y acaba en la callada y curiosa mirada del espectador.
Introduzco la segunda línea titular, “Esa mala costumbre”, como recurso para implicar al visitante en ese mundo metafórico en el que lo embarco, distribuyendo las piezas en la sala según:
Lo que te comes
Lo que te tragas
Lo que digieres
Lo que eliminas
Lo que te nutre
Esta frases, rótulos autógrafos, testigos de mis empeños en experimentación, suponen un juego que me permito en cada proyecto expositivo y que aproximan al observador hacia mis búsquedas conceptuales.
Lo que comienza con una ‘mala costumbre’, acaba adquiriendo un cariz positivo final con ‘Lo que te nutre’, relacionándonos con la cita ‘Lo que no te mata, te hace más fuerte’.
- Hablas de este proyecto y de anteriores a modo de “storytellings” o historias narradas, pero ¿qué tipo de historias son?
De niña nunca he tenido demasiado apetito, así que el momento de la comida ha sido mi cruz, durante el cual he permanecido mucho tiempo sentada, observando, escuchando, asumiendo y tragando.
Mis padres sufrieron la hambruna de la post-guerra así que la comida para ellos, ha sido un tema de especial importancia para el bienestar familiar. Con la edad, me apercibí de que en mi casa como en todas, lo bueno y lo malo, acontece alrededor de una mesa… o debajo. Cuando hay pena, mejor una comida reconfortante… y cuando hay alegría, ¡a comer y a beber! Era el medio de expresión en la casa de mis padres.
Yo lo he hecho mío y artísticamente comencé recurriendo a los huesos extraídos de ciertas comidas familiares que tenían relevancia expresiva para mi. Y así, hace poco más de dos años, cuando consideré que más allá de las exposiciones colectivas en las que iba participando, tenía un discurso artístico lo suficientemente sólido como para generar un proyecto expositivo, me embarqué en el primero de ellos, “Escenas domésticas o cómo contar una historia debajo de la mesa” donde desplegué mi atlas personal en un trabajo abierto, física y mentalmente, que generé inducida por mis propias ansias de exorcizar historias, desde una mesa, en una comida familiar. Este proyecto fue expuesto en Dénia y se vio ampliado en Elche.
Enseguida configuré las siguientes exposiciones individuales “Historias de palacio… para ser contadas despacio” en El Verger, “Domestic constructions” en Leipzig (Alemania), “Érase una vez… Éranse dos” en La Vila Joiosa y “Con la boca llena no se habla” en Dénia.
Todos estos proyectos giran en torno al deseo de recordar y olvidar al tiempo, y suponen un punto de equilibrio para comunicarme, empatizar y compartir.
Una mirada a cómo comemos puede servir para hacernos una idea del tipo de cultura de la que formamos parte. A través de la comida y de nuestros modos en la mesa se crean costumbres y ritos que a su vez reafirman roles y relaciones entre los miembros de una sociedad. De ahí que sea posible obtener un perfil muy claro de un lugar o de una comunidad con solo revisar lo que comen y la manera de hacerlo.
Lo que ocurre con mis piezas es que, quien posa su mirada en ellas se hace rápidamente cuestionamientos porque sugieren preguntas.
- Estas piezas que susurran historias como el que escribe un cuento, ¿son siempre historias personales tuyas?, ¿cómo creas la materialización de esas historias?, ¿es un acto razonado y meditado o más bien instintivo?
La idea es lo que me mueve.
Mi visión artística es crítica y el sentido artístico de mi obra está en el contenido conceptual que investigo, desarrollo y materializo con una obra generada usando huesos, malla metálica, objetos y utensilios de ciertas comidas.
Mi temática explora, atestigua, cuestiona y critica la realidad actual del entorno político-social, como he comentado con anterioridad, y hace una introspección a mis vivencias domésticas. Por mi parte busco el exorcismo así como la reflexión y la lectura del concepto artístico, por parte del observador.
Comencé recurriendo al lienzo como soporte –aunque invertido–, como marco de mi expresión más íntima. En esos pequeños lienzos despliego ‘imágenes congeladas’, instantáneas que me gusta pensar que son un mix entre la escultura, la pintura, la fotografía y la labor textil del tapiz, planteadas en forma de cronología, como si fueran palabras en una frase que compone una historia más grande.
Preguntas por la forma de materializar estas historias y te diré que es un acto muy razonado, muy meditado y finalmente también, muy instintivo. Ello tiene que ver con mi ámbito de investigación personal y académica. Me explico: la fisiología del ser humano es tan increíble que, somos capaces de generar de manera natural, pulsiones bioquímicas de una potencia tal que si las canalizamos, pueden conducirnos a la creación.
Como en cualquier buena novela, primero están las historias, luego los protagonistas y por último, la acción. Por eso digo que soy una ‘storyteller’ escultórica, una narradora.
La acción transcurre en estado de absoluta inducción bioquímica, dejando expresarse a la historia a través de mi, que soy quien selecciona los huesos, los distribuye en los lienzos y luego, los coso para acabar de narrar la historia.
Y así transcurre la primera parte de la exposición, que hacia la mitad incorpora pequeñas piezas de malla metálica, contenedoras de huesos que en su blancura inmaculada son retenidos en esas cajitas frágiles y cerradas, que poco a poco se van abriendo y descomponiendo, articulando escenas concretas, de espacios domésticos que pretenden repensar los límites de las normas que nos acotan, condicionan y clasifican, aquello que no queremos.
- En muchos de tus “artefactos” (se deriva de las palabras latinas ars o artis (destreza) y factus (hecho), para designar a los objetos cuya fabricación requiere alguna destreza), como tú los llamas, utilizas, de manera recurrente, huesos de animales (cerdo, conejo, pollo…); ¿qué te cuentan a ti esos huesos?
Lo que hago al usar el término “artefacto artístico” es, como diría el filósofo de arte George Dickie, “ubicar un objeto particular dentro de un cierto marco”.
Me gusta decir que mis piezas son artefactos, actividades creadoras, hibridaciones que trascienden la bidimensionalidad y que me permiten introducir todo tipo de objetos, soportes, dibujos, elementos, etc. dentro de un marco-espacio real o inventado.
Nada en mis propuestas es aleatorio: el número de piezas o elementos, los huesos, la malla metálica, los textos, las sombras, los hilos, etc. En el caso de los huesos, éstos conforman la estructura física indestructible de muchos de los seres vivos, lo que nos mantiene en pie. Para la producción de mis piezas, éstos han sido obtenidos de lo que ha quedado de ciertas comidas con un significado concreto para mi. Pertenecen a diferentes animales a los que recurrimos para alimentarnos: cerdo, conejo, cordero, vaca y pollo. Cada animal, tiene además su propia simbología y dependiendo de qué hueso coloque en qué pieza, refuerza la historia que cuenta. He blanqueado y resignificado los huesos, despojándolos de toda carga negativa y magnificándolos hasta convertirlos en objetos casi sacralizados de signo contemplativo y alto contenido estético. Me interesa mucho la significación, la connotación y el concepto, pero no puedo desligarlos del componente estético.
Me gusta citar al visionario diseñador y tipógrafo Otl Aicher: “El hombre, para bien o para mal, se ha salido de la naturaleza. Se halla ciertamente enraizado en ella, pero es capaz de crearse un segundo mundo, el de sus propias construcciones”. Y es ahí, en ese mundo paralelo donde viven mis artefactos.
- Comer… coser… hilar… Acciones ancestrales y que se desarrollan normalmente en la intimidad, tienen lugar en tu obra. Parece que quisieras contar desde las entrañas. ¿Crees que el artista crea y habla de su “YO”?, ¿cuánto se expone Imma al crear?
Tomo prestado de los procesos domésticos o situaciones vividas y lo traslado a mis obras, en un intento de cruzar vida y arte.
Coser, bordar y tejer tiene que ver con el papel que la sociedad históricamente ha adjudicado a la mujer y es una de las pocas formas de ocio que a la mujer le estaba permitido.
Simbólicamente, al coser primero herimos con la aguja para reparar después el daño con ese objeto hiriente. El acto de coser está muy relacionado con la compleja vida en familia.
Me gusta investigar, observar a la sociedad que me envuelve bajo el microscopio, tanto lo que me rodea más inmediatamente como los movimientos y tendencias globales, porque a partir de la observación y el estudio crítico, descubro ciertas conexiones y desarrollo patrones que me sirven para la expresión escultórica.
Me preguntas cuánto me expongo al crear… ¡mucho!
Quien me conoce, sabe que oralmente no muestro demasiado de mi Yo más profundo, pero no ocurre lo mismo con mis piezas. A partir de esas historias personales que son el detonante para hablar de historias colectivas, expongo mi Yo más íntimo, adoptando esa actitud crítica de la que te hablaba y haciendo cuestionamientos globales que pretendo sean revulsivos. En ocasiones, los proyectos expositivos van acompañados de propuestas didácticas dirigidas a la comunidad educativa de todas las edades y los resultados son esperanzadores. Permea un cierto espíritu crítico entre los más jóvenes.
- Comentas que muchas de tus piezas son DIÁLOGOS, dime un diálogo: – Que te haya dejado huella – Que te hiciera especial ilusión tener – Que tengas pendiente
El primero de los diálogos y que más huella me dejó, fue el que tuve y mantengo conmigo misma. Creo que cuando descubres la voz interior, comienzas a vivir de una manera más sana y es cuando te haces los cuestionamientos propios y ajenos, de ahí surge la ‘prima materia’ nutriente que genera mi obra.
Me hace especial ilusión dialogar con todas aquellas personas que solemos tener cerca y en las que descubres un universo riquísimo con todos los matices, buenos y malos, y ver dónde sitúa cada uno los límites de la norma para poder vivir en su área de confort. Siempre investigando…
Por salud mental, intento no dejar pendiente ningún conversación, pero hay diálogos que en el futuro sí me gustaría tener conmigo misma y se refieren a los límites éticos, la exposición al sufrimiento (y su origen), las consecuencias de las convenciones y tradiciones, y por supuesto, seguir con el juego de las apariencias.
- Dices que intimas con las formas, pero ¿qué es para ti la forma y de qué manera intimas con ella?
Las formas suponen la parte aparente de los conceptos que manejo, algo así como la representación de la idea, por tanto el intimar con las formas es una consecuencia lógica que tiene que ver con el proceso de ideación, investigación, creación, producción y exposición/acción que sigo.
- En tus últimas obras, utilizas la SOMBRA y su dibujo como recurso principal, ¿por qué ese juego visual?, ¿qué simbología le das a la sombra?
Desde la caverna artificial que es el ámbito doméstico, da comienzo el juego de las apariencias. En ese punto recurro de nuevo a la malla metálica, pero esta vez descomponiéndola para construir espacios escultóricos mediante sombras generadas por medio de dibujo o bordado, que se proyectan tanto hacia el pasado, como hacia el futuro y que añaden movimiento en el flujo espacio-temporal de las obras.
En estas piezas se produce una conversación con la sombra, mi sombra, ese concepto arquetípico junguiano tan denso de contenido que nos relaciona con el inconsciente y los instintos, el lado oscuro y los impulsos creadores.
Y así, construyo estructuras reales o imaginarias (arquiesculturas) donde temores, deseos y esperanzas se dan la mano. Visión filosófica entre la videncia y la interpretación.
- Hay una serie en la que trabajas con pasajes de “Tao Te Ching” de Lao Tse, ¿Por qué este autor?, ¿por qué este libro en concreto?
Las piezas a las que te refieres contienen la sombra bordada a partir de la malla metálica descompuesta formando espacios e incorporando pequeños huesos ‘humanizados’ que con los pasajes de “Tao Te Ching” que puede traducirse como “Libro del sendero”, construyen cada uno de ellos una historia concreta.
De Lao Tse, poco se sabe salvo que fue contemporáneo de Confucio (551-479 a.C.), pero nos dejó su libro, una de las maravillas del mundo y un manual clásico acerca del arte de vivir.
Tanto en el proceso como en la expresión soy interdisciplinaria recurriendo a cualquier rama de conocimiento como la filosofía, la psicología o la física entre otras ciencias.
- A nivel intelectual y emocional, que es lo que Imma come, traga, elimina y le nutre?
En este momento de mi vida emocional, intelectual y artística, afortunadamente ya he conseguido digerir muchas de las ‘comidas’ que he tenido en la mesa o a las que he sido invitada. La eliminación y nutrición han sido los pasos lógicos consiguientes.
Ahora pretendo disfrutar nutriéndome con la expresión en todos los niveles de mi vida, que no es poco.
- Y por último, ¿cuál es tu nuevo banquete, a nivel proyecto?
Mi nuevo banquete es un trabajo en desarrollo, un work in progress que pretende ser elemento inspirador para vida, límites, género, apariencia, sociedad y arte se entrecrucen, mezclen o unan.
Pretendo seguir explorando e investigando sobre la creación, las historias, los procesos inesperados, etc.
Ahora mismo estoy en Mallorca con la exposición individual “Al hilo de la conversación” mientras en paralelo me encuentro sumergida en un par de proyectos colectivos con artistas cuyo nexo común es nuestro origen mediterráneo, en espacios de Valencia, Barcelona, Mallorca o Argelia.
Alicante, Murcia o Alemania están también en mi mapa expositivo inmediato.
Y 2019 viene también cargado de proyectos…
MIL GRACIAS IMMA